Esta es una de esas oportunidades que no se deben dejar pasar. Cuando en unos años veamos la remake americana, nos vamos a preguntar de dónde salió la idea original. Se trata de la última película de Thomas Cailley, “El reino animal”. Una de esas películas que al leerla sinopsis, difícilmente pensemos que se trate de cine francés.
Algo cambió en el mundo, repentinamente un porcentaje de la población comenzó a desarrollar mutaciones animales. Lentamente dejan de ser Homo sapiens, para pasar a ser bestias. La esposa de François y para estar cerca de ella se mudan con su hijo al sur de Francia. Allí existe un campo especializado donde encierran a quienes sufren de estas mutaciones.
Una vez más, vemos como la sociedad hace todo lo posible para separar aquello que no entiende, lo diferente. Pone a la otredad detrás de una pared, así no interfieren en su vida, ni siquiera tener que verla. Muchos de los personajes procuran no hablar del tema, como si al no nombrarlo dejase de existir.
Imposible no pensar en estos campos para mutados, como los campos de refugiados diseminados por toda Europa. Sin embargo, en su núcleo no es otra cosa que la eterna lucha entre civilización y barbarie. Solo, que a medida que pasa el tiempo cuesta más entender quien representa la figura de lo civilizado.
Podemos observar algunas fallas en el ritmo. Algunas de las acciones del protagonista lo distancian mucho de la trama principal o algunas subtramas duran algo más de lo que deberían. Aunque poco puede pesar esta observación, ya que el espectador queda constantemente fascinado por la utilización de efectos, muchos prácticos, y la bella fotografía. Las mutaciones no son las mismas para todos, ya que derivan en animales diferentes y esto hace que cada caso sea único.
Mezclando ciencia ficción, drama, aventura, en una historia familiar de trama surrealista, Thomas Cailley a veces parece sucumbir ante las tentaciones poéticas y melancólicas. Empero, “El reino animal” se presenta como una película formidable y atrapante. Quedando muy cerca de ser una película increíble.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Mezclando ciencia ficción, drama, aventura, en una historia familiar de trama surrealista, Thomas Cailley a veces parece sucumbir ante las tentaciones poéticas y melancólicas. Empero, “El reino animal” se presenta como una película formidable y atrapante. Quedando muy cerca de ser una película increíble.