Crítica de “Axiomas, la verdad escrita en el agua”

“Axiomas”, la ópera prima de la realizadora Marcela Luchetta, tendrá su estreno el próximo jueves 10 de marzo.

Isabela (Luz Cipriota) regresa a su provincia de nacimiento convocada por la ONG para la que trabaja como abogada, con la imperiosa necesidad de enfrentar a una empresa minera. La cual recibe el apoyo del gobernador Ribero (Jorge Marrale) quién además es el padre de Isabela.

El film se inicia con unas maravillosas imágenes aéreas del territorio geográfico, en donde se desarrollará el relato. Imágenes que por cierto, serán una constante y de un placer visual extraordinario, mediante un excelente trabajo de Bill Nieto en la dirección de fotografía. Sumado al acompañamiento de una excelsa banda sonora comandada por José Luis Parise y NeWord Music, que no hace más que realzar la belleza de cada imagen.

A continuación y sin perder tiempo, la trama ubica en medio de una reunión a padre e hija, cara a cara, dando lugar a su primer enfrentamiento. De esta manera, Isabela se expone por primera vez delante de otras personas, demostrando que aunque la situación la incómoda, no se quedará callada.

Este será solo el comienzo de un enfrentamiento, que minutos después servirá de excusa para que ambos saquen a la luz rencores del pasado y conflictos familiares no resueltos. En este sentido, Isabela no pelea solo ante su padre gobernador y sospechado de corrupción, sino también con dilemas de su infancia, en el sitio que la vio nacer y en el que ahora, por  motivos ajenos al vínculo familiar le tocó regresar.

Si bien este es un de los puntos interesantes de la película, el relato tiene su foco principal en la ONG que posee el mismo nombre del film, la cual lleva a cabo una dura lucha frente a una empresa interesada en la creación de una mina a cielo abierto. Acusando a esta de contaminar el agua con cianuro, entre otros químicos, diezmando así, la vida de una comunidad local aborigen.

Sin embargo, un hecho extraordinario será quién ponga un manto de lucidez sobre los acontecimientos antes mencionados. Suceso que se produce durante una ceremonia realizada para la suelta de un cóndor, y con toda la comunidad del lugar presente. Secuencia, en donde el marco legal, de este thriller ambientalista, librará el paso a la sensibilidad y lo humano.

De aquí en más, se inicia un nuevo camino, que interpelará a la protagonista, como así también al resto de los personajes. Un trayecto que eximirá más interrogantes que respuestas. Invitando al espectador a reflexionar, tanto sobre el  funcionamiento de una empresa minera y sus codiciosos intereses, como el accionar de funcionarios políticos, que parecen pensar solo en sus propios beneficios.