“Veneno” de Javier Calvo & Javier Ambrossi. Crítica

Yo quiero ser una chica Almodóvar

Más allá de una temática novedosa para una miniserie “VENENO” se destaca por la puesta detallista de Javier Calvo y Javier Ambrossi pero por sobre todo, por un guion que acierta en cada uno de los riesgos que toma.

Parece que los productos de la dupla de “los Javis” (Javier Calvo / Javier Ambrossi) están destinados a romper con algunas de las reglas que se imponen dentro de cada género y llamar poderosamente la atención. En “La llamada” si bien se embarcan en una típica comedia musical, el humor plagado de incorrección y el desborde de los personajes fue transformando en una pequeña obra de culto, una comedia llena de delirio y humor irreverente.

Quien haya visto “Paquita Salas”, indudablemente una de las mejores comedias dentro de la oferta de streaming, sabe que siguiendo ese estilo de humor, Calvo & Ambrossi pueden auto parodiar(se) al mundo del cine, a los representantes artísticos, las estrellas y hasta aventurarse dentro del universo de la moda y burlarse, con altura, de esos microcosmos tan particulares.

Con el estreno de “VENENO” vuelven a revolucionar la pantalla eligiendo una manera completamente particular para narrar el biopic de una de las figuras más emblemáticas de la comunidad LGTB española como lo fue Cristina Ortiz, más conocida por todos como “la Veneno”.

La narración no se aparta demasiado de un clásico esquema del derrotero que vive un personaje de estas características. Desde el momento en que es descubierta por la televisión, su meteórico ascenso y su momento de fama y máximo apogeo hasta su caída en el olvido y el completo alejamiento del star- system,  siguiendo paso a paso, las reglas más tradicionales.

Pero justamente “los Javis” dan una vuelta de tuerca y en su guion rompen no solamente con la línea de tiempo, en un viaje permanente por distintas épocas que van siendo narradas en capas que no respetan ninguna cronología (y son, al mismo tiempo, un reflejo de cómo fue evolucionando la sociedad española frente a estos temas), sino que además eligen entrecruzar la historia de este ícono de la diversidad sexual durante fines de los ochenta, con una historia de identidad de género que se narra en tiempo presente.

La historia de “la Veneno” se entremezcla con la de un adolescente que está dispuesto a comenzar su proceso para transformarse en Valeria. Estudiante de periodismo, Valeria será la encargada de comenzar a escribir un libro acerca de la vida de la propia Veneno, a través del registro de entrevistas y reportajes, anécdotas y vivencias, que se irán entremezclando en los diferentes capítulos de la miniserie al mismo tiempo que avanza la metamorfosis de Valeria.

Los Javis se prestan al juego intertextual entre la literatura (la forma en la que Valeria elige contar la historia y cómo va armando su propia mirada sobre el personaje) y televisión, trabajando en diferentes planos que hacen que una narración que parecía convencional, tenga un tratamiento diferente en la forma de contar la historia y la riqueza del diálogo que se establece con el mundo de la televisión, los presentadores, los productores y el rating (con una escena perfecta que aparece en el cierre del capítulo cinco como metáfora del límite realidad-ficción que la televisión se empecina en borrar, un mundo “inventado” que tras el ojo de la cámara intenta ganar verosimilitud).

Indudablemente la serie gana cuerpo y emoción cuando viajamos a la infancia de “la Veneno” con un segundo capítulo completamente perfecto, que abreva del mejor estilo almodovariano que se evidencia en esos momentos en que se evoca a la niñez, con todas las vivencias y las sensaciones de la época de los sesenta en una España donde la sexualidad era un completo tabú. Espíritu del manchego, que también aparece en la construcción de los personajes y sobre todo en universo trans en sí mismo, con ese toque de humor, desparpajo e irreverencia, más allá del carisma propio de un personaje tan particular como la Veneno.

No solamente “VENENO” brilla por las tres actrices que encarnan a Cristina Ortiz en las diferentes etapas de su vida (Isabel Torres –excelente-, Daniela Santiago y Jedet) sino también por el notable co-protagónico de Lola Rodríguez, la actriz trans que encarna a Valeria y juega eficazmente con la idea de un alter-ego de sí misma. Hay una importante galería de personajes secundarios encarnados por un elenco de primer nivel con las participaciones de Lola Dueñas, Elvira Mínguez, Goya Toledo, Jordi Vilches, Mariona Terés y la arrolladora presencia de Paca la Piraña y Sophia Lamar dentro del grupo de las amigas de Veneno.

Inspirada en las memorias de la propia Veneno, llamada “¡Digo! Ni puta ni santa“,  escritas por Valeria Vegas, la miniserie transita por diversas tonalidades y aborda temáticas fuertes, como la situación carcelaria como espejo deformante y  ambiente completamente discriminador frente a la diversidad de género, o un cuarto capítulo en donde se habla de la violencia de género, los vínculos tóxicos y para ello, los directores / guionistas recurren a la animación como un novedoso elemento para evitar los golpes bajos y al mismo tiempo describir a fondo, todo lo vivido por la Veneno con una pareja abusadora y tóxica.

Más allá de los detalles que los realizadores aportan con una particular estética que se pone de manifiesto en un diseño de arte detallista y exquisito, aparecen sobre el final referencias burtonianas a “El Gran Pez”, que ponen una vez más a “VENENO” como una de las series narrativamente mejores construidas de esta temporada, con sus múltiples referencias al mundo del cine, de la cultura en los  tiempos del destape (con todo lo kitsch y lo bizarro de aquel momento de desenfreno donde se percibía la libertad frente a un nuevo “orden moral”), de la televisión, todos puestos al servicio de visibilizar una historia que sigue siendo sumamente necesaria para fortalecer, dentro del terreno de la ficción, historias con protagonistas que se alejen de cualquier estereotipo y directores que se arriesguen con temas que otros prefieren eludir.

 

Puntuación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Guion
Actuación

"Los Javis" (también autores de "La llamada" y "Paquita Salas") narran en "VENENO" la historia de una de las travestis más famosas de España, relato que sirve además como excusa para penetrar en el mundo de la televisión, en el universo literario, en las vivencias propias del mundo trans y para reflejar, a través del tiempo, los cambios sociales que fueron impactando a la sociedad española. Una de las miniseries más interesantes y con uno de los guiones más sólidos de estos tiempos.

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