Sentimientos de poder y venganza se entrecruzan en este drama policial que con excelentes actuaciones y locaciones exteriores, desnuda el lado más humano de una familia del conurbano que vive del delito. Por: Andrea Reyes
Con un argumento simple, “Lobos” (2019) es la primera película de género policial que lleva adelante Rodolfo Durán, con guión de María Meira y que se filmó en las localidades de Avellaneda y la laguna de Lobos. Narra la historia de los Nieto, una familia que vive de robos y secuestros express perpetrados en el conurbano bonaerense, bajo la tutela de Molina (César Bordón), un comisario corrupto. Favores y deudas entre la familia y el comisario, conforman un entramado político que nos representa como sociedad.
En el seno de la familia Nieto, el padre (Daniel Fanego), su yerno Boris (Alberto Ajaka) y un novato a quien llaman “El potrillo” (Ezequiel Baquero) son los que se encargan de cometer los delitos; mientras que la hija de Nieto, es una joven (Anahí Gadda) que trabaja en una peluquería y sueña con tener su propio negocio; y el personaje de Luciano Cáceres (Marcelo, hijo menor de Nieto) trabaja de seguridad en una empresa y quiere mantenerse alejado de su pasado criminal.
El conflicto en la historia surge cuando el patriarca – con más de 60 años- decide dar un paso al costado en el liderazgo de la banda. Con el afán de dejarles un bienestar económico a sus hijos, acepta una última misión. Esta operación delictiva pone en jaque la impunidad con se manejaban, y todo cambia de rumbo para la familia Nieto y en particular para Marcelo, quien deberá decidir si sigue con el mandato familiar y se convierte en el “nuevo jefe” de la banda de ladrones, o bien sigue con su vida apacible y cerca del amor que le despierta una joven de buena familia (Martina Krasinsky).
La historia humana entre los protagonistas como así también la ruptura de estereotipos de la caracterización de los delincuentes, hará que el espectador se emocione y se ponga en la piel de quienes tienen un malvivir sin escapatoria, porque de alguna forma, la película muestra que los “buenos” y “malos” son víctimas y victimarios a la vez, y que se encuentran en un camino de poder y venganza sin salida.
Por lo tanto, “Lobos” es una película sencilla que no busca la complicidad del espectador sino que despierta su empatía por el tejido social en el que se encuentran inmersos los personajes de esta historia contada desde una perspectiva humana, pero con elementos clásicos del drama policial.
Puntaje: 80 puntos