Con un eximio cuarteto de talentos hollywoodenses como son : Meryl Streep, Nicole Kidman, James Corden y Andrew Rannells; el director y creador de grandes éxitos como “Glee” y “Ratched, Ryan Murphy, logra una eficaz dirección donde el espectador va a quedar imantado a las canciones, historia y al brillo de los musicales en el séptimo arte.
La historia es sencilla: Una actriz gloriosa (Steep) ve desmoronarse su carrera, al recibir una crítica negativa de un reconocido periódico que le hace tambalear su temporada teatral en Broadway, y la noticia es recibida junto a su partenaire de baile interpretado por Corden. También es de la partida Kidman, que interpreta en un rol secundario a una corista, sin demasiada relevancia ni brillo en la trama y por último está el personaje del barman del teatro, un joven concertista que se gana la vida vendiendo tragos.
Luego de este episodio, tratarán de levantar sus alicaídas imágenes sumándose a una causa políticamente correcta y deciden sumarse al de una adolescente que no la dejan que lleve al baile de graduación a su novia en el estado conservador de Lousiana y deciden los cuatro trasladarse en apoyo a la causa de la jóven lesbiana interpretada por Jo Ellen Pellman.
Streep a esta altura no hay papel que no pueda interpretar donde canta, actúa, baila y todo lo hace de manera superlativa. Es más, cuando ella está en la pantalla se puede decir que la película atrapa y brilla mucho más.
En el 2.020 donde las buenas nuevas no abundan el mérito es que durante ciento treinta y cinco minutos los espectadores se van a olvidar de los problemas y se van a sumergir en el mundo de los musicales de Hollywood, donde recordarán seguramente en algunas partes del film el talento de Bob Fosse.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Por qué sí: Por la magia eterna de Meryl Streep; además para pasar un buen momento con pegadizas canciones y por 135 minutos dejarse llevar por la magia de las comedias musicales.