De lazos y sangre. “Uncle Frank” de Alan Ball. Crítica.

El guionista de la exitosa American Beauty hace ya algunos años se lanzó como director y este año nos presenta Uncle Frank. Alan Ball de todas maneras también es el autor del libreto, como no podría ser de otra manera.  Como muchos realizadores en los últimos años, encontró productor y distribuidor de parte de las plataformas de streaming, en este caso Amazon Prime Video. Un drama clásico que utiliza la intolerancia y discriminacion para tratar las problemáticas en torno a cómo la percepción de los demás sobre el individuo condicionan y transforman la que tiene cada uno sobre su persona. 

A través de los ojos de una joven Beth conocemos al tío Frank. Profesor universitario que vive en Nueva York a diferencia de su familia que reside en un pueblo de Carolina del Sur. Cuando la niña crece, decide seguir los pasos de su tío y mudarse a la gran manzana. Allí descubrirá que Frank repudiado por ser homosexual se vio obligado a exiliarse de su familia para poder llevar una vida sin condicionamientos. Ahora tras la muerte de su padre y abuelo, tío y sobrina deben volver al pueblo lleno de fantasmas y sureños intolerantes.

Se podría considerar cierto porcentaje del audiovisual como un pasaje de la inocencia pura y virginal de Beth, por una percepción del mundo real tal cual es. No solo pensando la transformación que genera pasar de vivir en un pueblo pequeño y consevador a habitar el macrocosmos de una ciudad cosmopolita. Este pasaje consiste a su vez en dejar de ver a los mayores como seres superiores idealizados, para reconocerlos como pares, con sus aciertos y errores. Cabe utilizar la analogía del pez y la pecera, cuanto mayor sea esta última, mayor será el crecimiento y desarrollo del ser acuático.   

Por otro lado, constantemente a lo largo de la película, se desprende la idea que Frank no es exactamente quien quería ser, sino que es lo que los demás hicieron con él. Percibido por su padre como un ser aberrante e inferior desde su adolescencia. No solo se auto exilió de su familia, viviendo lo más lejos posible, además creó una personalidad académica, culturalmente culta y porqué no un poco snob, con el fin de diferenciarse de sus parientes que se nos presentan como un grupo de palurdos. Incluso para suplementar la falta de cariño y diferencia que su padre tenía hacia él con respecto al resto de sus hijos. Sin poder lograrlos, solo consiguió diferenciarse y alejarse cada vez más del núcleo familiar, acompañado de remordimiento y dolor. 

Alan Ball nos presenta en Uncle Frank un drama clásico que no propone ni genera innovación. Pero compensa el encasillarse en una estructura ya vista varias veces, con personajes bien desarrollados y llenos de matices. Además de no caer en una gran acto de redención final, manteniendo el hecho que el mundo sigue siendo hostil para Frank y su pareja. Salvo que ahora no deben habitarlo completamente en las sombras. Un ejemplo de que el cine clásico cuando está bien realizado sigue funcionando y siendo atrapante.