Dicen que los esquimales tienen más de siete palabras para lo que nosotros llamamos hielo, algo parecido sucede con los pescadores y todas las maneras que encuentran para nombrar al anzuelo. Rodrigo Paredes, quien se encarga de la dramaturgia y la actuación y Federico Buso, realizando la dirección, nos invitan a una tarde de pesca. Todos los viernes a las 21 hs en el Espacio Callejón (Humahuaca 3759), tiene lugar este espectáculo unipersonal.
Acomodando la línea y encarnando el anzuelo encontramos a Luis, quien se tomó un fin de semana a solas para poder ir a pesar a la costa. Una de sus actividades favoritas, pero al realizarse de manera solitaria invita a la introspección. Los peces no llegan pero si las dudas sobre la relación con su hermano menor Rubén o plantearse si su trabajo lo hace feliz. La inmensidad “espumosa y salada”, al igual que los espectadores, lo acompañara en su tarde de reflexión.
Caña en mano, balde y heladera portátil, el cuchillo fiel amigo del pescador y la infaltable reposera, son solo algunos de los objetos que bien conforman la escenografía. Amalgamados al vestuario donde el pantalón solo puede ir dentro de las medias largas y la persona en el interior de múltiples camperas, como si de una torta mil hojas se tratara. Representando fielmente el microambiente que se crea el pescador antes de realizar su tarea.
Además lo tenemos a Paredes, quien se carga al hombro de este unipersonal por casi una hora. Lo vemos transitar por las corrientes de su pensamiento, alguna que otra anécdota, pero sobre todo cuestionar la relación con su hermano menor. Aparentemente a Rubén le fue mejor económicamente y Luis solo quiere volver a conectar con él como cuando eran niños, que su hermanito lo vea y sienta orgullo de él.
Con una notable actuación de Rodrigo Paredes, el espectador pasa por todos los estados, la risa, sobre todo, pero también la angustia. Un libreto muy bien hilvanado, hacen que la historia, como la marea, lo transporte a uno dócilmente para donde quiera. Haciendo de todo esto, una deliciosa combinación que desembocan en un gran espectáculo.
Calificación.
Dirección
Escenografía
Música
Actuación
Con una notable actuación de Rodrigo Paredes, el espectador pasa por todos los estados, la risa, sobre todo, pero también la angustia. Un libreto muy bien hilvanado, hacen que la historia, como la marea, lo transporte a uno dócilmente para donde quiera. Haciendo de todo esto, una deliciosa combinación que desembocan en un gran espectáculo.