“Bolivia” de Israel Adrián Caetano. Crítica.

Uno de los cimientos del nuevo cine argentino.

No solo de competencias se conforma el BAFICI, sino que además varias secciones especiales entre ellas la de rescates. Es por eso que se programó la restauración de “Bolivia” de Israel Adrián Caetano, basada en los negativos originales de 16mm. Estrenada originalmente en el año 2001, en plena debacle económica del país y al mismo tiempo durante el crecimiento exponencial del cine argentino llevada adelante por nuevos realizadores jóvenes. 

Dejando a toda su familia en su país natal, Freddy se muda de Bolivia a la Argentina en busca de trabajo. Una tarea compleja cuando no se tienen los papeles necesarios. Aun sin ser el paraíso que pensaba, consigue ser tomado como parrillero en un bar de minutas. Taxistas, vendedores ambulantes, otra inmigrante más, serán los personajes habituales del lugar. 

¿Qué decir sobre una de las películas que por varios motivos debería ser de visualización obligatoria en todas las escuelas de cine? Con apenas un par de latas de 16mm blanco y negro, un solo actor profesional, una cámara prestada por el director de fotografía y un puñado pequeño de locaciones. Un ejemplo de cómo la pulsión de filmar, con más destreza y maña que dinero, es más fuerte que el presupuesto. 

Esta nueva versión digital de alta definición, consigue darle una nueva vida y habilita su proyección en las salas nuevamente. Se arreglaron las marcas que deja el tiempo sobre el negativo y se trabajó sobre la banda sonora y los contrastes de la imagen. Empero conserva esa sensación de realismo vivido, que talvez se desprenda del bello blanco y negro. Algo antinatural, ya que vemos a color desde que nacemos. Pero al igual que sucedió con el neorrealismo, las cosas parecen más reales de esta manera. 

“Bolivia”, cumple dos décadas y aún así no perdió ni un poco de vigencia. Si no fuera por los vestuarios, el mobiliario o los precios que marcan una época, podría transcurrir en la actualidad. Israel Adrián Caetano y Julián Apezteguía (director de fotografía, dueño de la cámara) realizaron una película que lamentablemente parece atemporal. Es una de esas películas que motiva a los jóvenes cineastas a hacer lo propio por el cine nacional. 

Calificación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación

“Bolivia”, cumple dos décadas y aún así no perdió ni un poco de vigencia. Si no fuera por los vestuarios, el mobiliario o los precios que marcan una época, podría transcurrir en la actualidad. Israel Adrián Caetano y Julián Apezteguía (director de fotografía, dueño de la cámara) realizaron una película que lamentablemente parece atemporal. Es una de esas películas que motiva a los jóvenes cineastas a hacer lo propio por el cine nacional. 

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Francisco Mendes Moas

Estudio, hago y escribo sobre cine. Mi relación con el séptimo arte siempre peligra con convertirse en una peligrosa adicción.

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