En junio se estrena el documental producido, dirigido y filmado por Franca González en el Cultural San Martín, en donde comenzará su gira por los diferentes espacios del Incaa y festivales. Un documental que toca los momentos de incertidumbre, creatividad, aburrimiento, rebeldía e insomnio durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio debido al covid-19.
El documental busca, entre sus escenas y a través de varios relatos, armar un rompecabezas de lo que fue la cuarentena estricta establecida a partir de la pandemia. Desde las postales de las ciudades vacías como un fantasma poco creíble, las luces de las ventanas encendidas toda la noche y los mensajes de texto con las videollamadas como única forma de comunicarse, establece el día a día de los primeros 7 meses del aislamiento. 
“Un dia ya nada fue igual, ni siquiera lo que creíamos conocer en profundidad”- Franca
Meses en donde lo invisible o lo pequeño se vuelve ostensible y el mundo del otro lado de la ventana desconocido e irreconocible. Desde el guión recalca el juntarse y el abrazar a las personas que queremos como una rebeldía. Además integra el miedo de la gente mayor al ser los más vulnerables, los rastros de los daños psicológicos, la necesidad del movimiento físico y el reconocimiento de los espacios que habitamos.
Con un planteo de una narrativa fresca desde lo cotidiano utiliza elementos como la voz en off desde una tonada poetizada y reflexiva. Sumando mensajes de texto y audios que la conectan con otras perspectivas y experiencias pandémicas, desde jóvenes, adultos y ancianos. Y utiliza, a través del enfoque a otras ventanas durante la noche, los televisores encendidos con las noticias del día para marcar los momentos de expectativas y desilusiones.
Desde los planos obtiene, desde el detalle, el reflejo de su mirada. Mientras que cada día transcurre sin cambios, se va intensificando y encontrando o prestando atención a cosas que antes se pasaban por alto en la rutina pre pandémica. Hay una escena, en la que la mirada se va a frenar en el plano detalle de un cactus siendo recorrido entre sus pinches por un Aphididae , también conocido como pulgón.
Usa una gran diversidad de planos y escenas en cámara rápida, para recorrer los meses del confinamiento, en donde los días pasan siempre igual perdiendo la noción de los días. Y marca entre ellas la necesidad de la gente de moverse, exponiendo secuencias como la de un hombre que empieza a caminar por la terraza del edificio con el teléfono en la mano, dando vueltas.
El documental contó con el destacamento en sonido a cargo de Lucas Page y la música original Laura Basombrío que acompañan de manera armónica y sincrónica el relato de Franca González. El cual fue construido a partir de la suma de la colaboración de personas que se dispusieron a compartir sus momentos de encierro, entre ellos: Tom Ridilenir, Cristian Pauls, Magalí Flaks y Fernando Krichmar.
Siendo el sexto proyecto de la directora plantea el eje del largometraje a partir de “visibilizar lo invisible” dándole el lugar al cine documental de transformar en “metáforas ese universo perturbador en el que quedamos atrapados” según declaró en una entrevista.
“Quisiera filmar otra cosa”- Franca
Luego de presentarse en el Festival La Mujer y el Cine (edición 2022), va a estar en cartelera todo el mes de junio en el San Martín, para luego recorrer las provincias a través de los espacios del INCAA, para luego subirse a la plataforma del Cine.ar y Canal Encuentro.
